viernes, 28 de enero de 2011

Los deberes son cosa de niños


Una excesiva participación por parte de los padres en las tareas escolares de los hijos puede interferir en el proceso de aprendizaje.
Para qué sirven los deberes.
  • Sirven para que el alumno aprenda a organizar su trabajo y programar su tiempo con autonomía y disciplina.
  • Permiten desarrollar habilidades de búsqueda de información, investigación y selección de recursos para completar los conocimientos.
  • Fomentan en el alumnado el sentido de la responsabilidad hacia su aprendizaje.
¿Demasiada ayuda?

Participación de los padres
  • Motivarles: los padres deben prestar atención a los deberes que tienen que hacer cada día y alentar a los hijos para que los realicen, pero no obligarles a hacerlos con castigos u otras sanciones, para que ellos puedan verificar por sí mismos las consecuencias que reporta el no cumplimiento.
  • Proporcionarles el ambiente adecuado: un lugar de estudio alejado de distracciones externas es fundamental para que las tareas se realicen con eficacia, los progenitores deben evitar que otros miembros de la familia interrumpan al estudiante y alejar los elementos que pueden interferir en el estudio.
  • Ayudarles a programar su tiempo: con los más pequeños, los padres deben marcar los tiempos y horarios de estudio para que más adelante, a medida que avanzan en la escolaridad, el alumno sea capaz de organizar su agenda de deberes y tareas de forma independiente.
  • Resolver las dudas: cuando el estudiante encuentra una dificultad para realizar las tareas, los padres pueden colaborar en su resolución con ayuda para descifrar las instrucciones u orientación sobre los recursos a los que puede acudir para solventarla.
  • Mantener el contacto con los maestros: es esencial que los padres consulten con los docentes las dudas y dificultades que se les presentan a sus hijos durante las tareas escolares para que este profesional les oriente sobre el camino más adecuado para ayudarles o si es necesario que se le ofrezca al estudiante un apoyo extra en casa.
  • Supervisar, pero no corregir: una vez finalizados los deberes, los progenitores pueden supervisar que el estudiante ha cumplido con todo el trabajo que se le había asignado, pero no deben corregirlo, ésta es una tarea del docente. LEER ARTÍCULO COMPLETO

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